No hay un solo día en el que intente comunicarme con la manada, pero, si hay algo que debo resaltar incluso antes que Eydran tuviera su accidente, es que la manada nunca ha venido aquí, fue la seguridad que él me proporcionó.
Por eso, aquí solo hay humanos que aunque saben quiénes somos, nos tratan como personas comunes como ellos. Eso me gustaba hasta que fue necesario recibir información que solo un hombre lobo puede darme.— Ya no puedo soportarlo más. — susurro.— Hija…— Voy a ir al pueblo o marcharme en caso de ser necesario. — digo caminando hacia el auto donde mi padre va y viene en busca de información de Eydran que nunca llega.Estoy desesperada y ya no puedo seguir así, por eso, aunque mi madre se esfuerza mucho porque me quede, yo tomo las llaves del auto y me marcho al pueblo en busca de respuestas. Ni siquiera así, dejo de llamar co