Subo al auto sintiéndome más tranquila porque esta vez no hay un secuestro y si me está llevando a mi trabajo, pero, apenas llego, me doy cuenta que las cosas no son tan tranquilas como pensaba.
— Hemos llegado. — dice Eydran mientras todos los empleados nos esperan como si fuéramos los presidentes de la empresa.— Dime que no es a ti a quien esperan. — le digo al Eydran que se había ganado unos puntos por tener un recorrido en silencio y dándome vistas agradables de su perfil.— Claro que no, ¿acaso crees que trabajo en un café? Soy un alfa, Irina, yo trabajo en empresas grandes y esas cosas. — dice él sonriendo y yo suspiro aliviada.— Tienes razón, eres un hombre ocupado, no te atreverías a llamar a todo el personal del café solo para que te reciban, seguramente ni te conocen. — digo sonriente.Pero, apenas me giro para bajar