Massimo condujo por alrededor de dos horas, cuando finalmente llego a casa, tenía claro que antes de llevar a Aria a conocer a su hijo, él debía tener una larga charla con su hermano. El hombre bajó del auto e instó a sus tres invitadas a descender, para ello, durante el camino, ya le había escrito a Magnus, quien, al ver a Aria, quedó sorprendido.
Magnus jamás hubiera imaginado que Leonardo hubiese mantenido con vida a la madre de Pietro, él imaginaba que, tal como en el presente, las acciones de aquel hombre fallecido fueran desastrosas y espantosas.
Ver o tener a Aria en casa, mostraba un lado que nadie más conoció, solo aquel, cuyas cenizas reposaban en la habitación de Massimo, conocía la historia entre la madre de Pietro y el propio.
Massimo presentó a Aria, Daniela y Ele a Magnus, el hombre se portó amable con las 3 invitadas, pidió al personal que prepararan habitaciones donde pudieran descansar, luego de ello, se reunió con Massimo en el despacho.
- Así que, ¿Ya tenemos a la m