Diana salió con Massimo de la habitación, ambos lucían cansados y preocupados, eran las 10:00 am y aún no tenían noticias de Pietro. Celeste se había quedado profundamente dormida con un té que le habían llevado. Marco y Valeria habían salido del hospital un par de horas antes, fueron a casa de Magnus a recoger a Gio, al cual no veían en meses.
Aldo estaba agotado, pero, aun así, prefería no moverse del hospital, aunque Paloma insistía en quedarse a su lado, él prefirió mandarla a casa con sus padres, la operación de su padre era demasiado larga y no sabía en qué momento saldría, no quería que su esposa siguiera mal pasándose.
Enzo también había sido llevado a casa con Paloma, básicamente, en este momento, lo más preocupante era cómo saldría Pietro de todo esto, a pesar de todas las diferencias, todos rogaban por el éxito de la operación.
Celeste, luego de tomar una larga siesta, despertó; al hacerlo, vio que Aldo estaba sentado a su lado. Él joven lucía cansado, así que, tratando de n