Pietro finalmente, luego de estar con las pequeñas, salió y cuando lo hizo, se percató de que Massimo y Diana estaban fuera. La pareja se acercó a paso veloz, mirando con atención al hombre que acababa de salir.
- ¿Cómo estás? ¿Cómo está, Celeste? ¿Las niñas? – Pregunto Diana con preocupación.
- Ellas están bien… Dentro de lo que cabe, están bien… Celeste está en recuperación, en breve me hablarán para que vaya a su habitación y las pequeñas, están ahora en la unidad de cuidados intensivos neonatales. – Dijo Pietro con tranquilidad.
- ¿Ya nacieron? – Dijo Massimo sorprendido.
- ¡Sí! Se adelantó el parto…
- Pero aún faltaba tiempo…
- Se adelantaron, por el momento estarán en incubadora hasta que sea necesario, pero las 3 están bien.
- ¡Felicidades, papá! – Dijo Massimo abrazando a su hermano.
Aquel abrazo se sintió raro, primero se tensó el hombre, pero luego de unos segundos, entendió que hoy día, ellos, se suponía, debían llevarse bien.
- ¡Gracias, Massimo! – dijo Pietro, dejando envo