Massimo estaba en su estudio revisando algunos temas por teléfono con Aldo, cuando a este se le salió decirle que Luciano les había pedido buscar una casa para él y la pequeña Almendra.
- Bueno, tío, si ya no hay más que revisar, te dejo, voy a ir a ver algunas propiedades. Acompañaré a Paloma a ver una casa que le encargo Luciano.
- ¿Luciano? ¿Mi hijo?
- Sí, ¿Acaso usted no…? -dijo Aldo dándose cuenta de su grave error.
- ¿Acaso que Aldo?
- Bueno, Luciano le pidió a Paloma que lo ayude a comprar una casa, mire, lo mejor será que hable con él, ya he cometido una indiscreción muy grande y no quiero cometer más…
- Se quiere ir ¿Verdad?
Aldo se quedó en silencio por un momento y luego respondió.
- Sí, y lo entiendo, Paloma no lo entendía del todo, pero luego de analizar la situación, ella aceptó ayudar a su hermano.
Massimo se quedó sin palabras por un momento, luego de suspirar, dijo:
- Luciano está muy afectado con la muerte de Almendra, no puede irse, no debe irse, él no está solo, él