Estimadas lectoras y lectores Massimo poco a poco ira cerrando varios temas que tiene pendientes. La situación de Pierre con Paolo tal vez sea la más complicada, pero solo el futuro podrá mostrar que será de ellos o si algún día podrán tratarse como Massimo y Magnus.
No muy a gusto, el joven Paolo salió de su habitación y se dirigió al jardín donde ya se encontraba esperándole un hombre que no aparentaba la edad que tenía, y siendo sinceros, el parecido entre el joven Paolo y el hombre era inequívoco.Al escuchar que unos pasos se acercaban, el hombre que tomaba ya una taza de té, se levantó y volteó a mirar a quien venía, llevándose una gran sorpresa al ver a su hijo acercándose.El hombre, solo pudo esbozar una sonrisa de satisfacción y orgullo, al ver que el jovencito era bien parecido y que su genética inigualablemente estaba ahí. Eso era algo que, para un hombre de la realeza, prácticamente era un orgullo, ya que su sangre se seguiría preservando.- Paolo, te presento… - Intentó decir Massimo con educación.Sin embargo, el joven interrumpió.- Ya lo conozco, Pierre Legrand Bouygues... - dijo el joven un tanto sorprendido pero serio.Massimo volteó a verlo y quedó sorprendido ante las palabras de su hijo. Ya que lo que desconocía el padre, era
Una vez que Massimo despidió a Pierre, entró a la mansión y se dirigió a la habitación de su hijo, el cual estaba acostado en su cama, dando la espalda a la puerta.- Paolo, ¿Puedo pasar? – dijo Massimo con precaución.- Ya estás adentro, papá… ¿Vienes a regañarme por lo que pasó hace tiempo? – dijo Paolo tratando de sonar calmado.Massimo vio a su hijo y era evidente que no le reclamaría sobre eso, por lo que se acercó a la cama de chico, se recostó a su lado, lo abrazó y besó su cabeza.- Hijo… vine a ver como estás, vine a ver si necesitas algo, vine a ver a mi hijo que atraviesa un mal momento…Paolo se giró para ver a su padre y abrazarlo, aquello dejó en evidencia que Paolo estaba llorando.- ¿Por qué mamá era así? – dijo Paolo con decepción.- Hijo… Mamá, ya está muerta, no es bueno que hablemos mal de alguien que no se puede defender. Tu madre era una persona complicada, ella fue hija única y, por ende, tenía actitudes un tanto caprichosas.- Papá, no la justifiques, mamá era u
Valeria guardaba la ropa en las maletas, por momentos se perdía en el recuerdo o motivo por el que habían venido aquí.Todo pintaba a que sería fácil y rápido, en cuestión de meses estarían de regreso en México, pero de ello, ya había pasado más de un año.Las cosas simplemente no habían salido como realmente se habían planeado, los enemigos a vencer no eran los correctos, las personas que realmente habían movido los hilos no eran quienes ellos creían.No cabía duda de que aquellas cosas del pasado pesaban, pero las cosas del presente pesaban aún más.El haber encontrado esa paz o ese perdón hacia Massimo era una de ellas, nada justificaba la violencia con la que él la había tratado, nada justificaba los golpes, el abandono, el engaño y todo lo ocurrido.Ella había llegado a un país extraño hace ya varios años, creyó en el amor a primera vista, si bien no lo fue, si le dejó varias lecciones de vida.- ¿Mi vida? – se escuchó la voz de Marco.- ¡Oh! ¿Qué sucede, amor? - dijo Valeria volt
Mientras Valeria hacía maletas para mudarse de regreso a México, Pietro conducía con Celeste y sus nenas hacia Bassano da Grappa. El hombre iba a mostrarle a Celeste cómo estaban quedando las ampliaciones de la casa donde vivirían en poco tiempo. Celeste iba cuidando de las niñas en el asiento trasero, pero ello no le impedía de momentos perderse en los recuerdos. Ella auguraba un futuro completamente diferente hace menos de un año, cuando supo que estaba embarazada, la situación entre ella y Pietro no estaba del todo bien. Suponía que su vida nuevamente no sería fácil, pero sabía que era fuerte y que sacaría a sus hijas adelante. Ahora que se miraba en el presente, no podía evitar sentirse extraña. El Pietro que tenía a su lado, para nada, se parecía al Pietro que la enamoró, pero agradecía que este hombre la acompañara hoy día. El hombre cada día se esmeraba por enamorarla, cada cosa que hacía era para hacerla feliz, prácticamente vivía a lado de un hombre que no recordaba n
El día en que la familia Barzinni y la recién formada familia Pellegrini Barzinni se iba para México había llegado. Sin querer, las 3 familias nuevamente se encontraban reunidas en el aeropuerto.Marco se despedía de Pietro, quien, al perder la memoria, solo contaba con los recuerdos del pasado y eso era lo que dé le daba realmente un valor más especial. El hombre era relajado y jovial, pero con la apariencia de un hombre maduro.- ¡Amigo, cuídate y cuida de toda la familia! Te encargo a mi hijo, sé que no es tu favorito, pero te puedo asegurar que con el tiempo lo llegarás a apreciar… ¡Es buen muchacho, incluso ya hasta a mí me cae bien! – dijo Pietro despreocupadamente.- ¡Papá! ¡Te estoy escuchando! – dijo Aldo a lo lejos mientras cargaba a su pequeña Isabella.- ¡No dije nada que no fuera verdad! Al principio te me hiciste un tanto presumido… Pero eras mi hijo y te debía aceptar, ahora sé que eres un buen hijo y me siento orgulloso de ti. – dijo Pietro sin pelos en la lengua.- ¡
Luego de aquel abrazo, Valeria caminó hacia Laura, quien era la hermana de Paloma y con quien había hecho un poco de migas.- Señorita Laura, hermosa Adele, les deseo todo el éxito posible en la vida… Debes terminar tus estudios y debes ejercerlos, tú eres el ejemplo vivo de que se puede y, eso será lo que tu nena aprenda… Como mujer debes ser fuerte, pero siempre se vale tener ayuda y si el padre de esta criatura ofrece ayuda y un cambio, siempre puedes pensarlo. – dijo Valeria, teniendo las breves pinceladas que su hija le había dicho.- ¡Gracias, señora Barzinni! Lo tendré en cuenta… - dijo Laura ante aquel comentario que le dio en el clavo, ya que ese tema, llevaba días rondándole la cabezaLuego de dos abrazos y muchos besos para Adele, vino el otro momento incómodo para Marco. La despedida de Valeria con Pietro.- Bien, señor Pietro Pellegrini, cuídese mucho, cuide de sus 3 angelitos, disfrute de la segunda oportunidad que la vida le ha ofrecido y no haga locuras, que ya no sabe
Valeria se acercó por último a una de las mujeres más importantes en su vida en Lazio.Emma Fiore, la mujer que la adoptó casi como su hija, si bien ambas hicieron migas y se volvieron una familia en los 3 años en que estuvo casada con Massimo, su amistad era mucho más fuerte que ello, pero…Emma había decidido quedarse con los D’Angelo para cuidar de los niños, ella decía que ya estaba vieja para iniciar de nuevo en otro lugar que no fuese su bella Italia; además, ella tenía a sus bellos hijos que, aunque tenían vidas ocupadas por el trabajo, de vez en cuando la visitaban y viajar a México haría imposible la situación.- Emma, mi querida Emma, tú fuiste mi madre y eso nunca sabré cómo recompensarlo. Me duele que no vayas con nosotros, pero entiendo tu decisión.Quiero que sepas que, cuando gustes, puedes decirme y mando por ti, solo una semana o dos, para que conozcas también mi país.- Mi niña, yo soy vieja para andar moviéndome por todos lados, este año o más de un año que tuve la g
--- Algunos meses atrás ---Era de noche, Aldo estaba fuera de la ciudad, Paloma no podía dormir, aún tenía su pancita de embarazada, cuando se percató de que Pietro estaba en el jardín, por lo que decidió acompañarlo, siempre y cuando él estuviera cómodo con su presencia.Recientemente, se había despertado y básicamente todas las personas que le rodeaban, para él, eran extrañas.- Pietro… - dijo Paloma acercándose lentamente.- Hola… - dijo Pietro sonriendo, pero con lágrimas en su rostro.- ¿Sucede algo? – preguntó Paloma con preocupación.- ¡Eh! ¡No! ¡Nada! – Dijo el hombre mientras se limpiaba las lágrimas.- No parece nada… ¿Quieres hablar?- No, la verdad es que no… Aún no sé ni quién eres… - dijo Pietro mirando a la chica con duda.- Bueno, pues mira, yo soy Paloma Barzinni, hija de tu mejor amigo Marco Barzinni y ahora esposa de Aldo Pellegrini… Tu hijo… - dijo Paloma resumiendo lo mejor que podía la situación.- ¿Sabes? ¡Esto! Esto es lo que me tiene incómodo, hace un par de s