Con una emergente frustración regresé a la mesa, esta vez había un pastel con mi nombre, vino y bolsas de regalo.
─Pensé que no regresarías ─comentó Elizabeth.
─ ¿Te sientes mejor? ─inquirió John al notar mi labio hinchado, por lo que asentí.
─Feliz cumpleaños Emmy, sentimos haberte incomodado ─se excusó Isabel y luego me extendió una hermosa bolsa sellada con papel de regalo ─. Espero que te guste.
─Gracias, señora.
─John tiene la culpa de que no haya elegido algo mejor, solo me dijo que te gustaba el color rosado ─habló Elizabeth al tiempo que me entregó una caja con un precioso lazo fucsia encima.
─No debiste molestarte.
─Falto yo ─dijo Robert ─, Isabel me ayudó a elegir el regalo, a los hombres de esta familia se les da fatal hacer detalles.
─De seguro me encantará ─susurré ─, gracias por todo.
─Me disculpan, ¿Emmy, podemos hablar? ─vi a través de sus ojos a un John igual de frustrado que yo.
─Eh, sí, claro.
Fuimos a un rincón solitario del restaurante del hotel donde pudiéramos c