- El té me parece exquisito. - Dijo una de las lobas con las que tomaba té la mañana siguiente.

Después de mi primera fiesta de té con las lobas nobles (un éxito, si se me permitía presumir), les había dicho que estaría encantada de recibir sus visitas por las mañanas sin necesidad de que las invitara.

Por las tardes, obviamente, yo tenía múltiples obligaciones de princesa que cumplir.

Específicamente hoy les había pedido que vinieran porque tenía que contarles sobre un evento ultra secreto al que podrían asistir y que estaba segura de que les gustaría.

-Gracias. Mi abuela me lo recomendó, así que fuimos juntas al invernadero para cosechar nosotras mismas el jazmín.

Hubo algunas aspiraciones sorpresa antes de que estallara mi "salón privado" en preguntas.

-¿Habla de la anterior Luna Isabella?

-¿No fue desterrada a una cueva en medio del desierto?

-Yo escuché que le habían cortado las manos y que vivía en las mazmorras.

Yo parpadeé y levanté una mano para que se callaran.

¿De dónde ha