Especial Cap. 68
Había caído la noche.
El hospital, que nunca estaba realmente en silencio, seguía vibrando con vida mientras los pacientes entraban y salían. Afuera, los reporteros que habían abarrotado la entrada aquella tarde ya se habían ido, dejando solo a unas pocas personas alrededor. Las familias transitaban por los pasillos, y todo parecía fluir con normalidad.
Una suave brisa recorrió el aire, refrescando la noche. Los guardias de seguridad del Alexander Group rotaban turnos en el patio.
Si todo seguía según lo planeado, Livia no tendría que quedarse mucho más tiempo: pasado mañana le darían el alta. El señor Alexander ya lo había aprobado, especialmente porque todos los informes médicos mostraban que se estaba recuperando bien. Además, la pequeña Davina estaba deseando mostrarle la nueva habitación que había preparado para su hermanito.
Y ahora, en la habitación VVIP—
La enfermera que cuidaba al joven maestro ya se había quedado dormida junto a la cuna, donde el bebé dormía plácidamente.
Mi