Especial Cap. 74
Fin de semana en la Residencia Principal
Estos días, el jardín se había convertido en el lugar favorito de todos. Las flores florecían con todo su color, el césped estaba verde y frondoso, prueba de que el arduo trabajo de los jardineros no había sido en vano. Allí era donde la familia Alexander pasaba a menudo su tiempo juntos, relajándose y disfrutando de la compañía mutua.
Todo gracias a la joven señorita y al joven señor, que adoraban jugar allí.
Los jardineros siempre se conmovían al ver que sus esfuerzos eran apreciados, no solo observados desde las ventanillas de los coches con cristales polarizados, sino realmente disfrutados por la familia.
Como hoy.
El sol brillaba cálido, las hojas se mecían con la suave brisa y el aroma de las flores llenaba el aire. Algunas abejas zumbaban, ocupadas recolectando néctar. Entre esa belleza serena, una voz resonaba en el jardín:
La niñera del joven señor tenía problemas para seguir el ritmo.
—¡Joven señor! ¡Por favor, espere! ¡Más despacio!