Especial Cap. 10
La noche había caído, reemplazando al día—seguía siendo el mismo día en que David había llegado a la casa principal.
Damian entró, seguido de cerca por el mayordomo Matt, que no dejaba de relatar con entusiasmo todo lo que había sucedido durante el día en la propiedad.
—Ha trabajado mucho hoy, joven amo. La señorita Livia se reunió con su hermano menor. Y luego, bla, bla, bla… —Después de quitarse los zapatos, subieron las escaleras, mientras el aire se llenaba con el incesante informe de Matt—. Y luego pasó esto, joven amo, y la señorita siguió diciendo aquello, bla, bla, bla… Era casi tan largo como el guion de un drama.
El mayordomo Matt era como el dispositivo de grabación más avanzado del mundo.
—Descansa, has hecho bien tu trabajo —dijo Damian con un gesto de la mano cuando llegaron a la puerta del dormitorio. Matt inclinó la cabeza y finalmente bajó las escaleras, solo después de que Damian desapareció dentro de su habitación.
“El joven amo se ve tranquilo, gracias al cielo. Po