Dante platicaba amenamente con Nicole en el pasillo frente a la oficina de ella, se estaban riendo sobre la broma que había hecho Dante a su hermano, sabía que para ese momento debería de estar hecho un energúmeno.
—DANTE a mi oficina. —Nicole y Dante se sobresalta ron al escucharlo, enseguida voltearon a ver al ogro que se acercaba a ellos.
—Buenos días también para ti Bruno.
—No contestó solo se le quedó viendo de mala manera cuando pasó junto a ella, sentía que su cabeza estaba por fragmentarse en mil pedazos.
—Hermanito, buenos días. —Lo saludo sonriente como siempre.
—No te hagas el gracioso Dante, a mi oficina ahora.
—Como ordene jefe. —Contestó Dante, haciendo un saludo militar que hizo reír a Nicole, mientras Bruno entraba en su oficina.
—Nos vemos cuñadita, voy a bajarle un poco los humos al ogro. —Le guiño un ojo, para después entrar en la oficina de su hermano.
A nicole le agradaba mucho Dante, aunque le seguía preocupando que llegará a dañar a Sophie, ese día Sondra llegó