Josephin
La mañana comenzó a filtraste por las ventanas, mi cuerpo se sentía cálido, demasiado caliente para solo tener una sabana cubriéndome.
La respuesta llego cuando su boca comenzó a dejar besos en mi espalda desnuda.
Una sonrisa tonta apareció en mis labios.
—Asombrosa manera de despertar, señor Brooks— su ronca risa retumbó contra mi cuello mientras me dejaba un suave beso en la nuca.
—Bueno, debería de irse acostumbrando, señora Brooks, así despertara de ahora en adelante—
Mi corazón se sintió cálido, dio un salto y volvió a latir desbocado.
Nada podría quitarme la sonrisa. Bueno, si.
—Eric...— me levanté para verlo a la cara, el hizo lo mismo apoyándose a ña cabecera. —No usamos protección — sus ojos brillaron, su mano se Alzo y me acaricio la mejilla para después acomodar mi cabello detrás de mi oreja.
—¿Eso es malo?— lo mire incrédula, abriendo demasiado los ojos.
Me relami los labios, abriendo la boca sin tener palabras para decirle.
¿Me estaba proponiendo lo que