Josephin
—¿A dónde vamos?— pregunto ansiosa, Eric solo sonríe y sigue mirando al frente, sin contestarme.
Resoplo cruzando los brazos.
Observo como comenzamos a alejarnos de la ciudad, tomando rutas hacia el área de la playa.
Frunciendo el ceño miro mi entorno.
—No vamos con Jordan, ¿Verdad?— más que una pregunta suena a afirmación.
Eric sigue sin contestarme y la sonrisa estoy apunto de borrarla con un puñetazo.
Un par de minutos después, detiene el auto en un parqueadero desolado.
La noche comienza a caer y la brisa marina inunda mis fosas nasales al salir del auto. Eric rodea y abre el maletero, saca una canasta y un par de mantas, me arroja una sudadera que tiene su perfume impregnado, canela y sándalo.
Miro dudosa la sudadera.
—¿Eric?— el me sonríe.
—Solo pontela, linda— con la ceja aún arqueada lo hago, me quito mis tenis mientras llegamos a la arena.
Toma mi mano mientras lo hago, esperándome, luego seguimos el camino, el sujeta mi mano mientras que con la otra sostiene las co