La prueba de embarazo positiva de Kylie hizo que Brown redoblara sus preparativos: estaba listo para enfrentar cualquier tipo de “drama de esposa embarazada” imaginable.
Pero el problema era… ¿por qué diablos era ella tan diferente de Miss Livia?
Brown empezó a dudar sinceramente de que Kylie estuviera realmente embarazada. Física y emocionalmente, no se parecía en nada a cómo había estado Miss Livia cuando esperaba a Miss Davina.
En aquel entonces, Mr. Alexander tuvo que lidiar con todo tipo de cambios de humor extraños y antojos bizarros. A veces, Miss Livia ni siquiera quería ser abrazada, e incluso había echado a su esposo de la cama más de una vez.
Pero con Kylie… era todo lo contrario.
Desde que quedó embarazada, se negaba a dejar ir a Brown. Si no dormía bajo su brazo o acurrucada contra su pecho, se daba vueltas toda la noche. Quería besos en cada oportunidad que podía obtener, y no solo los quería: también los daba libremente. Había días en que lo abrazaba sin parar, se le la