Acordó con Nore tres días a la semana para ir revisando y avanzando el proyecto, y sobre todo para que la chica pudiese ir sacando sus propias conclusiones de Cristina. Sabría que juzgaría cada mínimo detalle, trabajo, personalidad y valores, además de que debería ser totalmente sincera, no podría interpretar un papel durante tanto tiempo y si quería la confianza de Nore, sería trasparente.
-No se arrepentirá de la oportunidad, señorita Amoroso - estrechó su mano cuando se levantaron.
-Eso lo decidiré yo - respondió. - Y llámeme Nore, vamos a pasar juntas mucho tiempo.
Viniendo de la empresaria, el que le concediese el permiso de tutearla ya le parecía un gran paso. Uno a donde jamás habría llegado su madre.
-¿No te han dicho nunca que tienes una belleza así como escandinava? - le preguntó Sharon cuando estrechó su mano.
-Soy francesa.
-Voy a ser sincera contigo, suspendí geografía en su momento - chasqueó la lengua apoyándose en el escritorio de Cristina con c