Kenneth.

—Necesito que te decidas con la fecha —me dice del otro lado de la línea—. Soy un hombre ocupado, Sinclair…

A pesar de la seriedad de la situación, río un poco por la forma en que pronuncia mi apellido. Pero luego, los nervios, la angustia, todo vuelve a invadirme, y me pregunto si realmente tengo que hacer esto. Sin embargo, sé que no hay otra manera, de lo contrario, puede que no solo yo termine muerto.

—¿Crees que puedas tener todo listo para enero? —cuestiono, dudando.

Se acerca navidad, año nuevo, el final de las pasantías de Lauren. Demasiadas fechas importantes, y poco tiempo para salir vivo de las manos de Quentin.

—Puedo tenerlo desde antes, Kenneth… Pero sé que no deseas que sea tan pronto.

Bufo. Me siento atrapado, sabiendo que causaré daño de nuevo.

—Gracias… Gracias por esto que haces por mí, en serio… —Trago el nudo en mi garganta, abrumado por el futuro—. No sé cómo pagarte.

—Con dinero, Sinclair —dice, pero noto su tono burlón—. No es nada, Kenneth. Si yo… sup