24: La del turno nocturno.
Lauren.
La mañana siguiente al escándalo con los Sullivan, me encontraba ayudando al señor William a comer. Cuando le conté lo que realmente había pasado con Kenneth, y le comenté la forma en que valientemente él resolvió la situación, su estado de ánimo mejoró.
—¿Sabes, Lauren? A veces pienso que es una lástima que Will nunca haya podido engendrar niños —expresó—. Pero… A pesar de que Kenneth no tenga nuestra sangre, y su comportamiento sea tan… diferente al nuestro, me siento aún orgulloso de él.
—Estoy segura de que a su nieto le gustaría escuchar eso —murmuré.
—Él sabe que lo quiero. Su llegada junto a su hermana le dio gran alegría a nuestra familia, pese a las dificultades… Y lo que me decepciona, es saber… Que no bastó nuestro amor, nuestros cuidados y educación para darle sentido a su vida.
Sentí un hueco en el pecho, por todo, y porque mi jefe estaba por llorar.
—No imagino lo difícil que pudo ser….
—No lo sabes, cariño… El pequeño Kenneth pasó por tanto… —habló con pesar—. Pe