Tercera semana de marzo

Londres

Michael

Con mucha insistencia por mi parte, he logrado que asista un representante de Corporación Fisher. Solo espero que hayan tenido en cuenta que Emerit S.A., nuestra empresa, es su proveedor más importante. Por eso espero que ella llegue según mis exigencias.

Termino de aclarar unos puntos con todos los ejecutivos. Tal cual lo solicité, estamos todos a la espera. Mi secretaria entra con paso firme.

—Buenas tardes, señores… lamento la espera.

Yang Fisher aparece en la puerta, ajusta la correa del bolso, respira profundo y nos recorre con la mirada. Su voz tiene un timbre seguro, aunque sus ojos delatan cautela.

—No se preocupe, Sra. Fisher, tome asiento, por favor.

Intento mantener la voz neutral, mientras siento cómo mis manos se tensan ligeramente sobre la mesa.

—Lo lamento, pensé que iba a tener una reunión con los dueños de Emerit, no con la familia Mckeson.

Sus palabras flotan en la sala. Yang cruza los brazos y da un paso atrás, evaluándonos con