La tensión existente en toda la casa estaba contenida en aquella habitación. Liam se acomoda en el lujoso mueble, mientras Mateo no era capaz de apartar la vista del nuevo inquilino, que lejos de sentirse amenazado sonreía socarronamente a la pelirroja que se encontraba a centímetros de él y era el centro de sus intentos de coquetería mientras la bruja lejos de corresponderle mantenía la debida distancia con un rostro inexpresivo.
-Muy bien Liam ¿dices que el Rey y la Reina te enviaron como embajador de la paz? -pregunta Oreus rompiendo el incómodo silencio que predominaba en la amplia biblioteca que también funcionaba como estudio
-En efecto mi señor y con todo el respeto que usted merece no hablo en vano, ni miento al confirmar que nuestro pueblo anhela paz y tranquilidad con las mismas ansias que ustedes, el simple hecho de tener a nuestra heredera al trono sentada al lado de su admirable hijo lo demuestra-
-Eso es hipócrita viniendo de Liam porque si mal no recuerdo estoy se