La joven bruja se removía inquieta como si todo a su alrededor se encogiera, el aire comenzó a escasear como si alguien quisiera ahogarla hasta que exhalara su último aliento, unas voces hicieron eco en su cabeza como si esta hubiera sido tomada taladrando sus oídos como si ya no fuera dueña de su propio cuerpo, la sensación era tan vívida y familiar que solo podía significar una cosa, la muerte estaba más cerca de lo que imaginaba.

Pero a diferencia de otras ocasiones su talento se mostraba poco cooperativo, algo que nunca le había pasado, por lo que tuvo que conformarse con escuchar voces distorsionadas y lejanas como si se tratara de un Deja Vú cuando irónicamente aún no había ocurrido.

-¡ES INACEPTABLE!, ¡COMPLETAMENTE INACEPTABLE!, que una bruja, nada más y nada menos que una bruja sea portadora del linaje de un Alfa- protesta a toda voz alguien desconocido en la lejanía

-¿desde cuándo nos hemos caracterizado por ser tan puristas?- se opone otro

-Entonces ¿te parece bien q