CAPÍTULO 5- MIRADAS

*PUNTO DE VISTA DE CLAUDIA*

-En el pent house de Claudia-

*Por supuesto que a penas María pidió la reunión, el lamebotas del Presidente abrió el primer espacio que tuvo, al final, las considerables donaciones de mi padre lo han mantenido en su cargo por tanto tiempo. Que mi papá haya decidido dedicarse a la política cuando me cedió la empresa, ha tenido beneficios. *

*Y si, muchos me subestiman porque mi papá renunció como CEO y me ascendió de gerente financiera a su antiguo puesto, pero la verdad, me lo he ganado. No cualquiera, así sea hija del jefe, lograría el rendimiento y crecimiento que yo le he dado a la empresa. *

*En fin, hoy es la continuación de ese crecimiento y nada me lo va a impedir, esta reunión nos va a solucionar todo, ni Pablo ni nadie va a evitar nuestra expansión. *

-En el edificio del Congreso-

*Me puse un vestido lápiz azul y elegante, que imponga determinación pero a la vez “alcanzable”. Ya llegamos y veo como todos voltean a verme, así se siente ser poderosa e importante. *

*Por supuesto al llegar a la oficina entro directamente, el presidente me va a estar esperando, nadie hace esperar a Claudia Gil. *

-Buenos días señor Presidente, muchas gracias por recibirme tan apresuradamente. - le digo amablemente, era lógico que me iba a recibir de inmediato.

-Buenos días señorita Gil, no tiene nada que agradecer, para mí es un honor recibirla. ¿A qué debo el honor de su visita? -respondió el presidente

Saque los documentos de mi bolso y le dije: Presidente, estoy aquí por el nuevo Ministro de Obras Públicas, el señor Sánchez, no creo que después de esta información vaya a permanecer en el cargo por mucho tiempo, me preocupa que si sale a la luz puede verse afectado su cargo por no haber conocido esta información antes.

El Presidente, preocupado, tomó la carpeta y la leyó detenidamente, pasado un tiempo, suspiró de alivio y contestó: Señorita Gil, gracias por su preocupación, pero puede estar tranquila, el propio señor Sánchez nos hizo saber del incidente, y nos pidió revisarlo, hicimos la investigación pertinente, y su versión de la historia no tienen ninguna duda.

*Me quedé en shock, era imposible que Pablo se atreviera a pedir una investigación, esto tendría que arruinar su carrera, así como arruinó mi vida en ese momento, no sabía que contestar, son ocasiones las cosas que me dejan sin palabras, cuando iba a articular una respuesta, sonó la puerta.*

*Knock, knock*

-Disculpe señor Presidente, el ministro Sánchez está aquí para su reunión. -Dijo la secretaria.

*¿El señor Sánchez? ¿El presidente le avisó? ¿Que hace aquí? Seguro el presidente lo va a rechazar; al final, está reunido conmigo* pensé.

-Tienes razón, teníamos esta reunión pautada e hicimos un tiempo urgente para poder atenderla Señorita Gil, discúlpeme la confusión -dijo apenado el presidente- Pero, ya que estamos hablando de lo preocupada que está por el Ministro, vamos a comentarle su preocupación.

Justo cuando iba a decirle que no era necesario, que no lo dejara pasar que ya me iba, le hizo una seña a su secretaria.

*¿Le está haciendo señas que lo deje pasar? ¿Qué va a hacer aquí? No, no, no* pensé

Ella se fue, y unos instantes después, se abrió la puerta. Yo sabía quién estaba cruzando esa puerta, e hice todo lo posible por no girar, lo evité con cada fibra de mi cuerpo, pero la carne es débil y no pude evitarlo, voltee, y allí estaba: vestido con un traje negro elegante y perfectamente entallado, que marcaba su cuerpo esbelto a la perfección, con su cabello color miel que hacía juego con sus ojos, era Pablo, en todo su esplendor.

Después de 5 años, después de todo el dolor, después de toda la traición, de todo lo que me hizo, ahí estaba, tan regio como siempre, lo miré directamente a los ojos, no iba a permitir que me viera derrotada, directamente a sus ojos miel, sin parpadear, leyendo su alma a través de sus ojos, por un tiempo que se hizo eterno, con una tensión, no se si incomoda, sexual o molesta, pero era tan intensa que todos la podíamos sentir*

*PUNTO DE VISTA DE PABLO*

-CASA DE PABLO-

*Hoy es mi primer día como Ministro, después de tanto trabajo y esfuerzo, hoy empieza mi verdadero trabajo por México, con este puesto puedo conseguir cambios importantes para los más vulnerables, dándoles obras de calidad y que necesiten.*

*Todos los ministros tienen reuniones semanales con el presidente del congreso, y hoy es la mía*.

*Me puse el traje azul más nuevo y más caro de todo mi clóset, la primera impresión es la que vale, y hoy es mi primer día de trabajo oficial como Ministro, ¿qué mejor día para impresionar?*

-EDIFICIO DE CONGRESO-

*Llegue puntual para mi reunión con el presidente, luego de eso tengo que ir a organizar mi personal para comenzar a trabajar. Por supuesto, todo el mundo me miraba con asombro: el congresista más joven electo, con mayor porcentaje de votos, ahora el Ministro más joven que ha tenido el país y en circunstancias un poco extrañas para todos. Pero todos van a quedar más asombrados cuando vean lo que lograré en mi puesto*

Me recibió la secretaria del presidente, con una sonrisa, me dijo: Buenos días, Ministro Sánchez, el señor Presidente lo atenderá en un momento, está en una reunión de urgencia.

-Hoy tengo una agenda muy ocupada señorita- le dije respetuosamente- por favor comuníquele que estoy aquí, no puedo perder mucho tiempo.

*Inmediatamente, se levantó hasta la puerta del despacho y vi como, desde la puerta, le comunicaba mi mensaje. Unos segundos después, regresó y me dijo que podía entrar*

*me extrañó porque me dijo que estaba en una reunión, pero no vi a nadie saliendo, supongo que estaba hablando por teléfono entonces.*

*Agarre mi maletín, y me dirigí a la puerta, suspiré fuerte para agarrar confianza, y abrí la puerta*

*No. puede. Ser. ¿Qué hace ella aquí? * pensé

*Apenas abrí la puerta, vi la figura esbelta de una mujer, que inmediatamente giró curiosa a ver quién se colaba a su reunión, y en ese momento, la vi*

*Claudia Gil, con un vestido que marcaba todas sus curvas, y un labial rojo que solo la hacía ver más seductora y resaltaba sus ojos azules. Después de todo lo que me hizo, de cómo me rompió el corazón, de no creer en mi, de en quien se convirtió, Ahí estaba, en todo su esplendor.*

*en ese momento nuestras miradas conectaron, ambos tratando de mostrar dominancia, ninguno parpadeo ni rompió el contacto visual, sus ojos siempre tan penetrantes como si supieran leer todos los pensamientos solo con una mirada. Su mirada tan determinante pero a la vez tan seductora. No se cuanto tiempo nos vimos, pero para mí, pasaron horas. El presidente simplemente estorbaba nuestro juego de miradas, que con el tiempo que pasaba solo se convertía en una tensión, que solamente se hacía más fuerte con cada segundo que nos mirábamos, pero que a la vez, ninguno de los dos estaba dispuesto a romper, creamos un silencio, que no decía nada pero que a su vez decía más de mil palabras.*

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