Estaba sujetada de la cama mientras que el señor James hacía un trabajo excelente…al mismo tiempo no podía evitar sentir un poco de culpa, aunque…Mel se acostó con mi hermano y yo lo acepté, así que no le hacía ningún mal a nadie, ¿Cierto?.
—¿Estás aquí?. La dulce voz de aquel hombre me sacó de mis pensamientos, lo miré a los ojos y sonreí, lo hice cambiar de posición, me monté sobre él y acaricié su pecho. —Aquí estoy. ……. —Es tarde, tengo que levantarme en tres horas—Dije algo cansada, pero satisfecha. James sonrió y me abrió la puerta del lado del copiloto, su Tesla era un auto muy hermoso, muy similar a él. —¿Quieres que vaya hablar con tus maestros?—Preguntó en tono burlón. Yo sonreí y lo miré con los ojos entrecerrados. —Muy gracioso. Antes de que pudiera subir al auto, él me sujetó del brazo y me repego contra el auto, me dio un beso en los labios y luego me soltó, ¡Vaya!, él si sabía cómo robarle el aliento a una mujer. Entré al auto y me puse el cinturón, lo miré subir y sentí que había ganado la lotería, no por el dinero que él tenía, si no por todas sus virtudes, si, era un hombre mayor, ¿Y que importaba?. Él empezó a conducir y yo aproveché para revisar mi teléfono, tenía algunos mensajes de mi novio, ahora si me sentía culpable, me preocupaba por Mel, cuando en realidad al que le era infiel, era a Steven. —¿Es tu novio?. —Si. —Admito que me molesta un poco, compartirte con él, pero no puedo quejarme. —¿Usted un hombre celoso?, eso no lo puedo creer, no hay nada que pueda envidiarle a un hombre. —Juventud. —¿Qué es la Juventud realmente?, se ve muy bien tal como está—Afirme. —Ya lo sé, solo quería ser modesto. Yo sonreí y guardé mi aparato, al llegar a casa por supuesto aproveché nuestro momento a solas, el señor James daba unos besos increíbles, en realidad él no le pedía nada a un joven de mi edad, era perfecto. —Descansa. —Usted también. Iba a bajar, pero él me detuvo, —Toma esto, cómprate algo lindo— dijo y me dio una tarjeta de crédito. Yo la tomé, no era cualquier tarjeta, era una tarjeta dorada, a él le sobraba el dinero y a mi me faltaba, no importaba si me daba dinero o no, pero si me lo daba era mucho mejor. —Gracias Daddy. —Me apresuré a bajar del auto y lo miré de reojo, pude ver una sonrisa en su rostro antes de que se marchara. Oficialmente, me había convertido en la amante del papá de mi mejor amiga, no me sentía orgullosa, pero no podía evitarlo. Después de eso, comencé a mandarme mensajes con el señor James, nuestra relación se convirtió en algo muy Erótic*o, le mandaba fotos y mensajes candentes, siempre procurando no mostrar mi rostro y quedar expuesta, era mejor mantener el anonimato, además él ya conocía perfectamente mi cuerpo. Me sentía enloquecida por él. 《Tengo tiempo el sábado, ¿Quieres que nos veamos》✔️✔️ 《Por supuesto, dime donde, ¿Qué tipo de lencería te gustaría verme usando?》✔️✔️ 《Sorpréndeme》✔️✔️ Yo sonreí, ¿Sorprenderlo?, tenía muchas ideas en mente.《Ya quiero verte y pasarla rico, como solo tú sabes 》✔️✔️ 《¿Solo yo?》✔️✔️ 《Si, solo tu me haces gritar de placer》✔️✔️ 《Ya deja de decir esas cosas, estas haciendo que mi verg*a se ponga dura》✔️✔️ 《Que rico mi amor, nos vemos el sábado entonces》✔️✔️ 《Pórtate bien… —¿Por qué sonríes así?. Mi celular casi se cae de mis manos al escuchar a Melanie, sonreí tratando de disimular y me acomodé el cabello. —Es alguien que conocí hace tiempo, y hace unos días lo volví a ver—Respondí guardando la calma —¿Quién?, cuenta. —Es un hombre mayor que yo, nada serio. —¿Qué tan mayor?. —Tiene…cuarenta—Mentí. —Wen, ¿Y qué hay de Steven?—Preguntó Mel. —Por supuesto que no lo sabe, así que no digas nada, ya te dije que no es nada, solo son mensajes tontos—Respondí. —¿Y cómo es?. —Es guapo, y muy bueno en la cama, solo es algo pasajero. —Pensé que se te había curado lo zorra, me doy cuenta que no, y me alegra, ahora te veo sonreír, deberías de terminar con Steven. —¿Crees que sea lo mejor?. —Si, definitivamente, Steven no es para ti. —Si tal vez tienes razón. —¿Y cómo se llama tu conquista?. —Franz, es…francés—Dije algo preocupada, mentir no se me daba muy bien. —Enséñame quiero ver como es. Yo guardé mi teléfono y me puse de pie. —No tengo fotos de él, me estoy orinando* ahora vengo. Tenía que ser más lista, no podía dejar que me descubrieran. Miré los mensajes de Steven, quería que nos viéramos el sábado, no podía cancelar a mi querido señor James, tal vez era hora de terminar mi relación con Steven, tal como dijo Melanie, Steven y yo no estábamos destinados a estar juntos, de cualquier modo, ni siquiera parecíamos novios. Lo cité en una cafetería y me armé de valor, nunca era fácil terminar algo, pero estaba segura de que Steven iba a tomarlo bien, era un chico muy maduro para su edad, sin duda iba a entenderlo. —Hola mi amor— dijo cuando me vio y me dio un beso en la mejilla, si, él jamás me intentaba besar en los labios, creo que lo hacía por guardar apariencias. —Hola Steve. —¿Cómo has estado?, te vez bien, hermosa como siempre— dijo mientras me sujetaba las manos. Yo sonreí y me aclaré la garganta —Tengo algo que decirte—Dije llena de valor. —Espera, primero yo, necesito tu ayuda, el domingo mi padre tendrá una especie de reunión de trabajo, su jefe rentó una casa en la playa, se suponía que todo el fin de semana estarían ahí, pero decidieron que sería el domingo y el Lunes, y el caso, es qué van asistir algunas personas importantes para mi padre, quiere que me relacione con ellos y necesito verme como alguien estable. —No entiendo. —Si, me gustaría presentarte como mi novia— dijo sujetándome de las manos. —¿Por qué?. —Ya te lo dije, a estas personas les gustan los hombres de familia, que sean centrados. —Oh, entonces ¿No es por que quieras presumirme?. —No es eso mi amor, me encantaría que vinieras conmigo, tendremos una habitación para nosotros solos, playa, sol, bebidas y comida gratis. Yo suspiré, él parecía un poco ansioso, así que supongo que esto era importante para él. —Está bien, iré contigo. Él sonrió muy feliz y me dio un beso en las manos. —Gracias bebé, por favor usa ropa formal, ¿Tienes tacones?, debería de comprarte un traje de baño, no, mejor dos, pero no tengo dinero para darte, ¿Tienes algunos ahorros?. —Está bien, no hace falta, tengo todo, quieres que me vea formal, ya entendí, no voy a dejarte en vergüenza. —Eres la mejor, por eso te amo, rayos— dijo mientras veía su reloj. —Tengo que irme, quede de verme con mi padre, va a presentarme con su jefe, tal vez consiga un buen empleo, y tú y yo, viviremos como reyes. Si, ahora definitivamente me sentía muy mal. No pude terminarlo, tendría que ser después de su reunión en la playa. Esa misma tarde fui a una tienda departamental, me compré algunos vestidos y lencería de todo tipo, algunos trajes de baño y otro par de cositas, por supuesto usé la tarjeta de mi Daddy, esta era una oportunidad que no podía desaprovechar y quería verme bien para él, era mata*r dos pájaros de un tiro. Cuando por fin llegó el sábado, no podía dejar de sentir cosquillas en el estómago, quería verme costosa, así que me puse un vestido azul súper ajustado, de mangas largas y muy corto, me puse unos tacones de delgadas correas y sujeté mi cabello en una coleta, me puse un poco de maquillaje y un poco de perfume. Le pedí prestado el auto a mi madre y conduje hasta la dirección que el señor James me dio, al llegar, quedé un poco impactada, no pude evitar sonreír, era un hotel de lujo, Melanie siempre dijo que a su padre solo le gustaba lo mejor, no bromeaba. Al entrar al hotel fui directo a la recepción y le dije el nombre al que estaba la reservación. La mujer que atendía me sonrió y me dio una llave electrónica. Al llegar a la habitación, me di cuenta de que no era cualquier habitación, era una suite presidencial, una enorme suite…mi corazón latía con fuerza, nunca antes me habían invitado a un lugar así, a lo más que los hombres gastaban, era en una habitación con jacuzzi, pero esto, no pude evitar dar unos pequeños chillidos de emoción. Entré con cautela y caminé por el lugar, ¿Cuánto debía de costar una habitación así?, dejé mi bolso en un sofá y saqué mi teléfono, marqué su número y esperé. —¿Dónde estás?—pregunté apenas la llamada se conectó. —Estoy llegando. —Bien, aquí te espero— dije y colgué, era emocionante, me apresuré a ir al baño a darme un último retoque, quería estar perfecta, impresionarlo tanto que no pudiera pensar en otra mujer más que en mí. Salí al balcón de la suite, la vista era fenomenal, solo quería disfrutar de esto, solo un poco más, no iba a hacerle daño a nadie, ¿Verdad?. Después de un rato, escuché la puerta abrirse y sentí la emoción dentro de mí, caminé hasta el interior y al verlo, ¡Cielos!, no podía creer que todo eso, iba a ser mío esta noche.