Capítulo 8 – La Decoradora del Ritmo y del Destino

Sol Georgiao tenía un andar que no pasaba desapercibido. Su cabello oscuro y largo caía en ondas definidas hasta el centro de la espalda, y sus ojos verdes —intensos y brillantes como la selva después de la lluvia— escondían más de un secreto. A sus 25 años, irradiaba una mezcla de elegancia relajada y energía apasionada.

Decoradora de interiores y a punto de recibirse como paisajista, Sol dirigía junto a sus dos amigas de toda la vida, Julia y Soledad, el estudio "Girasol", ubicado en pleno centro de Río. Un espacio lleno de plantas, colores neutros y bocetos que hablaban de proyectos soñados.

Por las mañanas diseñaban. Por las tardes, se ponían ropa cómoda, se recogían el cabello y se iban juntas al gimnasio, el mismo que quedaba cerca de la gran obra del Cinco Estrellas. Y por las noches, las esperaba su lugar de poder: la Escola de Samba Beija-Flor, donde Sol brillaba como una de sus pasistas principales.

Una mujer que sabí