CAPÍTULO: EL SILENCIO DEL HOMBRE RUIN
(Narrado por Ernesto Altamirano)
El banco del parque seguía allí, tibio por el sol, pero vacío.
Los pasos de Elsa y Alejandro se habían desvanecido hacía minutos, y sin embargo, el eco de su voz rota seguía retumbando en mi cabeza como una condena:
“No quiero volver a verte.”
Me quedé sentado, mirando al suelo como si las piedras tuvieran la respuesta que no encontraba en mí. El viento arrastraba hojas secas y me traía el perfume que Elsa usaba, ese aroma leve de lavanda que desde hacía un tiempo se había vuelto parte de mi rutina, de mis días, de mis ganas de vivir.
Y ahora… se lo había llevado todo.
Ni siquiera intenté justificarme. Lo que hice no tuvo justificación. Tal vez tuve una intención noble al principio, o eso me conté. Llevarle fotos a Fabricio mientras estaba preso. Mostrarle que afuera lo esperaba un hijo, una vida. Que aún podía rehacerse. Le creí. Le creí que quería ser mejor hombre, mejor padre. Y como un idiota… me dejé usar.
Me