Capítulo: El Cumpleaños del Seis
La casa de los Martínez estaba de fiesta. Alejandro cumplía seis años, y cada rincón de la propiedad reflejaba esa alegría: guirnaldas de colores, globos en forma de dinosaurios, banderines con su nombre colgando del alero. El jardín trasero era un pequeño parque temático jurásico improvisado: inflables, música infantil, y el aroma irresistible de la parrilla comandada por los mellizos Montes.
Alejandra se movía con una blusa clara con flores pequeñas y un jean blanco ajustado. Llevaba el cabello recogido en una media cola, radiante, aunque un leve temblor en sus ojos delataba la alerta interna. Unos días de licencia, sí, pero su mente seguía funcionando con precisión de ingeniera: todo debía salir perfecto. Su hijo lo merecía.
Damián, impecable llevaba una camisa blanca arremangada y pantalón beige, tenía a Alejandro en brazos, que no dejaba de reír.
—¡Seis, mamá! ¡Ya tengo seis! —gritó Alejandro mientras agitaba su gorrito de fiesta.
—¡Y lo estás fe