01:15 hs. - Damián.
—¡¿Hola?! —grité emocionado al escuchar como por fin Salomé me atendía una llamada.
—¿Damián?
—¡Hasta que contestaste! —le reproché sin mucho énfasis
—Es que fui a ver a Zamira y me dejé el móvil en casa. Justo estaba viendo que tengo como veinte llamadas perdidas tuyas, estaba a punto de llamarte —dijo preocupada.
—No, tranquila, es que tenía ganas de escuchar tu voz... Hoy me colgaste de repente y me quedé intranquilo.
—Dami... —dijo e hizo un característico 'chic' suyo con la boca—. Te extraño mucho, no lo estoy pasando nada bien... Ya sé, ya sé que cada vez falta menos y todo eso, pero no puedo evitar sentirme triste... No me lo tengas muy en cuenta —concluyó con la voz muy apagada. Me ro