Dashi
—Capitán... ¿A dónde me lleva?— le pregunto, le habíamos dado la vuelta completamente al castillo y de repente habíamos caído en una parte del desagüe, no era glamoroso, pero era absolutamente lo que necesitábamos y requeríamos: pasar desapercibidos justo en el corazón del lugar que necesitaba.
Ya casi amanecía, y me había pasado todo el día siguiente con él. El capitán era un hombre muy callado, pero me había demostrado ser increíblemente ágil e inteligente. Me habiia enseñado a lo lejos su sorprendente ejército.
Nos habíamos pasado todo este tiempo buscando información. En los registros encontramos uno que otro vestigio de que, en efecto, Pavel sí estuvo casado por lo menos en dos oportunidades. Tenía que reconocer que el capitán Luther parecía lo suficientemente intimidante como para que las personas actuaran sin él decir mucho.
También fuimos a uno de los templos viejos y abandonados y revisamos el cementerio aledaño, encontramos pequeñas tumbas sin nombres, era una f