29. Justicia
Frank
Estoy... No sé donde estoy, el lugar está muy iluminado y a lo lejos escucho una voz muy familiar. Giro buscando de donde viene y al fin lo veo.
Con ese porte elegante de siempre, su sonrisa sincera y el antiguo reloj de bolsillo que le regaló mi abuelo en su boda. Mi padre me espera al otro lado de un pequeño lago.
Con una calma enorme avanzo con una gran sonrisa en los labios, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos, aún era un niño y era amigo de Clark.
Llego a la orilla del claro, poco me importa si mojo mis pies, mi padre estira su mano pidiendo la mía, la levanto para que me ayude a salir y al fin, después de años, nos fundimos en un enorme y cálido abrazo.
—Hijo mío, tanto tiempo lejos, te he extrañado más que mi alma —susurra mientras me envuelve en sus brazos.
—Papi —de repente me veo en su regazo siendo ese pequeño —¿donde estamos? —mi pequeña voz retumba entre las flores y el césped alto.
—Mi pequeño Frank, este es el lugar donde vivo ahor