Capitulo Treinta y Ocho
Tu mano me libero del infierno, fuiste ese dios que se hizo inmortal al entregar su alma por la mía cuando nadando contra la corriente me trajo de vuelta.

Alondra

Su boca devora mi cuerpo sin piedad, se desliza por mi piel desnuda dejando un camino plateado de saliva a su paso, arranca gemidos y jadeos de mi garganta con cada una de sus íntimas caricias. Intento detenerlo tomándolo del pelo cuando su boca se dirige a mi feminidad, sin embargo, me toma de las muñecas y las alejas, a pesar de que sus manos se cierran con fuerza no me causa ningún tipo daño.

—Déjame beber de ti para entender que esto no es un sueño, que lo que sucede entre los dos en este momento es real, por favor —pide derrumbando mis barreras.

Su boca se sumerge en mi encharcado centro y obra con destreza, provocando que mis caderas se elevan por sí solas para ir a su encuentro, a medida que su lengua me tortura, mis manos libres de su agarre se aferran a las sabanas al tiempo que siento como la presión y el calor
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo