Valentino estaba sentado en el piso abrazado a Luana, quien no paraba de llorar, trato de calmarla, mientras escuchaba cada cosa que decía.
—Esa mujer robo mi vida, Valentino, se llevó a nuestros hijos.
—Calma mi vida, tranquilízate, los encontraré para ti, confía en mí.
—Déjame ir, tengo que buscarla y preguntarle, donde se llevó a mis hijas. — Grito Luana mientras intentaba salir de los brazos de Valentino.
—Alex, busca a tu tío Nicolás, dile que traiga a Avalos.
—Papá donde está mi tío,
—Él está en el bungaló, es la casa a la izquierda de la piscina.
Alex salió corriendo, a buscar a su tío, desesperado al ver que su mamá está en crisis.
—Valentino, hay forma de reconocer a los niños, es la lenteja.
—¿Cuál lenteja, mi vida?
—Eran tres, yo di a luz a tres niños, un niño y dos niñas, pero ella llegó y los quito de mis brazos, yo grite, trate de pedir ayuda, pero nadie venía. Trate de levantarme, pero tenía las manos atadas a la camilla. Ella reía mientras levantaba al niño y lo soltab