La clínica estaba llena de gente, ya había pasado el mediodía y todos se sentían extrañados, porque Mauricio no había retornado; Kathlyn sobretodo, se quejaba…
—¡Pero que solidario Mauricio, Úrsula… ¡Y la pelirroja esa!, después de tantas atenciones, se esfumó!
Román replica…
—¡Aquí lo más importante es mi papá, y es cuestión de horas, que esté con nosotros en nuestra casa!
—¡Eso es lo más importante!
Intervino Amanda…
—¡Ya mi Pakito estará de nuevo conmigo!
En familia estaban haciendo muchos comentarios, y de forma misteriosa, se acerca un individuo, un hombre, con lentes oscuros; luciendo un sweater que cubría su cabeza con un gran capuchón y se termina de acercar a Kathlyn…
—¡Buenas tardes!...¿Cómo sigue el señor Santillano?
—¿Disculpa?...usted, ¿Quien es?... pregunta Kathlyn.
—¡A pues!...me vine así…para evitar al público…¡Soy Nemesio Lanz!
—¡Ay hermano bienvenido!—Salta Román y le da la mano—¡Gracias por venir amigo!
—¡Estoy muy preocupado, y no me pude contener!