- ¡Ciara! – Todos gritan armados, cuando me desvanezco.
- ¿Te encuentras bien, Ciara? – Kenai me mira preocupado, es quien ha evitado que mi cuerpo caiga al suelo, haciéndome daño.
- No. No estoy bien. Como es posible que ese extraño supiera mi nombre – Estoy al borde de la desesperación y el terror me consume poco a poco.
- ¿Lo conocías? –
- ¡No! Mierda, no. No conozco a ese hombre, nunca en mi vida lo había visto – Grito histérica, algunas lágrimas empiezan a correr por mis mejillas. Me suelto del firme agarre de Kenai.
- Ciara, muchacha, ¿Qué ha pasado? – Un preocupado Stephen sale a toda velocidad de la cocina.
- Un hombre entró pensando que le serviríamos un trago. Pero como sabes. No a