Lara
El viaje ha sido agotador, pero más tedioso me parece tener que memorizar todo lo que Arion me pide.
Dentro de una nave de transporte ovalada, con ruedas metálicas y ventanillas transparentes por donde puedo ver el exterior, observo la peluca rojiza que reposa sobre mis piernas.
Suelto un largo suspiro y recuesto la cabeza en el asiento acolchado.
Esta nave está preparada para los viajes largos, así que tiene compartimentos con camas pequeñas, una cocina y baños.
Con nosotros, algunos faes vestidos de guerreros y enmascarados montan a caballo, como si custodiaran la nave.
—Entonces, mi nombre será Reyena… —Me muerdo el labio inferior mientras acaricio las hebras rizadas.
No puedo evitar sentir temor. Estaré en las tierras donde tanto sufrí, donde fui la mujer más feliz del mundo por dos años y donde perdí todo en un abrir y cerrar de ojos.
El nudo en mi estómago aprieta cada vez más, lo que me da una leve sensación de náuseas.
—Falta poco para llegar a nuestro destino. —La voz d