Varias semanas atrás…
Killiam
No pude continuar viendo las dichosas pruebas, como tampoco seguir escuchando a todos ellos despotricar contra Lara, así que salí de allí y me vine a nuestra habitación, esa que ha sido nuestro santuario desde que la traje a Luna Carmesí.
Todavía estoy en estado de estupor, incrédulo y esperando despertar de esta maldita pesadilla.
¿Qué diablos fue lo que pasó? ¿Cómo fue que, de un momento a otro, mi cachorro está sin vida?
Y para empeorar esta situación, ¿mi luna es su asesina? ¿Cómo ocurrió esto?
Golpeo las paredes hasta que se agrietan y caen desplomadas en toda la habitación. El polvo llena el aire y me causa un ataque de tos que me hace maldecir.
El olor a cemento seco se mezcla con el delicioso perfume de mi luna, que permanece regado en cada centímetro de este cuarto, para recordarme lo que una vez tuve y que quizás todo fue una mentira.
—Su majestad, ¿está bien? —me pregunta uno de los sirvientes, quien ha corrido hasta acá, atraído por el ruido d