58. Encuentro en penumbras
Entre la verdad y la mentira siempre hay un espacio de sombras… y en ellas es donde arde el deseo.
La noche caía sobre la ciudad, cubriéndola con un manto de luces amarillas y sombras alargadas. Valentina caminaba con pasos rápidos, el abrigo cerrado hasta el cuello y el corazón golpeándole con fuerza en el pecho. Había elegido un lugar discreto para encontrarse con Luca: un café pequeño, escondido en una calle lateral, casi invisible para quienes no lo conocían. No podía arriesgarse a un encuentro público demasiado llamativo, no cuando llevaba en la cartera documentos que apuntaban a su peor temor.
Al llegar, se detuvo unos segundos en la acera, intentando calmar la respiración. Desde fuera, el local parecía casi vacío. A través del ventanal vio mesas de madera gastada, algunas parejas murmurando en voz baja y un par de jóvenes con laptops. Pero lo único que le importó fue la silueta inconfundible de Luca, sentado en el rincón más apartado, con una taza de café frente a él.
El tiempo