Cap. 35 Luna de miel
Mareska miraba como había cambiado el paisaje y se volvía frío con los minutos. Helena le señalaba a Mareska unas cabañas a lo lejos.
—Allí hay chimenea y se toma el mejor chocolate de todos.
—Suena genial.
—Nos viene bien un poco de frío y un chocolate caliente.
Cuando llegaron los esperaban para llevarlos a las cabañas que ocuparían, Mareska le acomodó el gorro a la niña y Cardenal le dijo a su amigo.
—Iré a la cabaña de junto.
—¿Por qué?
—Quiero que se entiendan, ya con la nena es complicado.
Helena le señaló la nieve a la joven.
—Podremos hacer un buen muñeco de nieve.
—Sí, sé hacer unos bien locos.
La cabaña tenía madera revistiendo su entorno y olía a pino fresco, la chimenea estaba encendida y Troy les indicó.
—Hay que desempacar y luego podemos ir a tomar algo caliente.
—Suena bien.
Mareska ayudó a la pequeña a desempacar y luego fue a ayudar a Troy y comentó.
—Es un lindo lugar.
—Ajá, a mi esposa le encantaba, un día la traje y quedó fascinada.
—Entonces este lugar es especial