Cap. 34 La boda de Mareska p. 2
Zeus miraba la invitación que Mareska le había dado con tanta petulancia, esa criatura creía que podría sacarlo de la jugada con una patadita de taco, pero le demostraría a esa cría quién mandaba.
—Quiero a varios hombres en esta dirección, no me importa la violencia que usen, pero esa boda debe de impedirse.
Asintieron y añadió, resuelto.
—Y mi tío no debe enterarse de nada de esto.
Le daría una lección a esa criatura y comenzó a planear su entrada.
—Me opongo a esta boda… Sí, puede ser una buena línea, algo más teatral —señalaba al frente—. ¡Esa mujer es mía!
Sonreía con sus ocurrencias.
—Tal vez unos cuantos golpes y arrastro a la novia delante de todos.
Aramidas entró en ese momento y le anunció.
—Señor, ya está listo todo.
—Perfecto, Aramidas —se levantó—. Esta es la dirección exacta: lleva el trabajo y prepara todo antes de que se den cuenta y yo llegaré a completar el resto.
—Así se hará, señor.
Entonces recordó a Leila y le preguntó.
—¿Hablaste con una tal Leila Bruno?
—No, nun