46. Una dolorosa historia
— Conocí a Alex cuando tenía dieciséis y nos enamoramos a las pocas semanas — comenzó a decir… minutos más tarde, ya le había contado como había iniciado su relación.
Él era un joven promesa, tenía las mejores calificaciones del colegio prestigioso al que asistía y la enamoró con palabras dulces, siendo un caballero, nunca se mostró distante o frío, al contrario, estaba a cada segundo para ello. Ese mismo año murieron sus padres, fue completamente devastador para ella, se había quedado sola, lo tenía únicamente a él, quien le prometió matrimonio tan pronto cumpliera la mayoría de edad.
Ilusionada, aceptó.
Cristo acariciaba su mano y la observaba mientras ella le contaba cabizbaja los detalles.
— ¿Qué pasó después? — preguntó bajito.
— Cumplió su promesa, cumplí la mayoría de edad y nos casamos enamorados, o eso creí yo — continuó hablando y allí fue cuando su voz empezó a quebrarse de a poco.
En la noche de bodas, cuando iba a entregarse por primera vez a él como suya, él bebió tanto