Una mesa con 8 hombres de diferentes edades, todos vestidos de traje, muy elegantes, en el centro de un restaurante completamente despejado para ellos, más los meseros ordenados en forma horizontal a un lado de ellos, y un show de mujeres casi semidesnudas, que bailan en un escenario improvisado entreteniendo a los presentes, reciben de manera muy formal a Callum, viéndose todos muy sorprendidos, pues no se esperaban que llegaría acompañado no solo por su guardaespaldas que permanece de pie junto a los meseros, sino también por una mujer completamente desconocida.
—Es un placer para nosotros verlo nuevamente, señor. —Afirma en nombre de todos Remus, el más anciano de todos.
—Tomen asiento. No es necesario que sean tan formales, ni menos que aparenten que están felices por verme bien. Sé que más de uno de los aquí presentes, habría sido capaz de dar una de sus extremidades para que yo finalmente me fuera al infierno, pero como ya ven, ni siquiera el diablo me quiso. —Todos se e