—¿Quién es usted? —Le pregunta directamente y sin reparo Claus a Felipe, que parece sorprendido.

—¿Eh?

—Me comuniqué con la agencia de empleo, y estaban muy sorprendidos porque me aseguraron que Armando Santamaría ni siquiera vino a la entrevista por quebrantos de salud, debido a su edad, pero usted lleva trabajando más de medio año con nosotros en su nombre. ¿Quién es? ¿Qué pretende? —Lo toma por la camisa con fuerza, dispuesto a averiguar la verdad. —¿Acaso es usted quien intenta matar al señor?

—¡Ja! Si fuera así, no le hubiera salvado la vida, ¿no cree? —Responde Felipe con cierto sarcasmo, y burla, que coloca a prueba los límites de la paciencia de Claus, que de inmediato le propina un fuerte golpe en la cara, lacerando un poco su labio.

—Jag-Tup! —Escupe hacia un lado la sangre. —¿No entiendo cuál es su problema, Claus? Si es cierto, no soy Armando Santamaría, ok. Ese día me confundieron, pensaron que era él y aproveché la oportunidad. Necesitaba con urgencia el traba