El estruendo de un disparo, retumbo en el suelo, y Callum que es abrazado por Lana, observa dos hombres en la motocicleta que cubrían sus rostros con los cascos, el copiloto, empuñaba un arma, en dirección a ellos, y entonces no fue difícil deducir que iban por él.
Instintivamente, protege a Lana con su cuerpo, dándole la espalda a los motorizados que hicieron varios disparos, atemorizando a las personas afuera del bar, y llamando la atención del personal de seguridad.
Lana, que permanecía inmóvil, bajo el cuerpo de su esposo, cerraba fuertemente los ojos, muerta de miedo, sintiendo como sus oídos zumbaban por el fuerte sonido de los tiros.
—¡Ahh! —Se le oye exclamar en voz baja al hombre que es rodeado de inmediato por el personal de seguridad del bar, que sale en su auxilio, generándose un intercambio de disparos, que no duró más de 30 segundos, pues los hombres en la moto, desaparecieron al dar vuelta en la calle.
—¿Señor, está bien? —Pregunta un hombre alto