Nunca imaginé que ver mi nombre en letras doradas sobre una pancarta gigantesca me haría sentir tan… chiquita. Tan vulnerable.
“Oscuridad Consentida– Una novela de Havana”
Sí, ahí estaba yo. Con mi vestido negro que se aferraba a mis curvas como si supiera que necesitaba armadura, con mis labios rojo guerra y el corazón latiendo tan rápido que parecía que quería escaparse. La rueda de prensa fue lo que se esperaba: preguntas directas disfrazadas de interés, periodistas que me miraban como si pudieran leer entre las páginas de mi alma.
—¿Este libro es autobiográfico?
—¿Está basado en alguien… real?
—¿Vincent inspiró al protagonista?