Mundo de ficçãoIniciar sessãoSophia mejoró gradualmente durante los dos días siguientes. La fiebre cedió, su apetito regresó, y aunque seguía débil, el médico declaró que lo peor había pasado. Clara apenas había dormido, dividiéndose entre cuidar a la niña y prepararse mentalmente para lo inevitable.
Mañana. Edward llegaría mañana.
La carta de su padre ardía en el fondo de su cajón, escondida pero nunca olvidada. Clara había considerado contarle a Adrian, pedirle ayuda, suplicarle protección. Pero cada vez que se acercaba a él, las palabras morían en su garganta. Porque ¿qué podría hacer Adrian realmente? ¿Enfrentarse a un conde francés y su futuro yerno? ¿Iniciar un escándalo inter







