DANESA
Egan no deja que me mueva mientras frente a mí, se encuentra
Alessa y ese chico completamente desnudo. Me dan la espalda y tiene sus brazos
extendidos por las cuerdas que están enredadas en su muñeca.
Muchas personas nos rodean, quieren presenciar no sé qué
cosa, pero algo me dice que no es nada bueno.
—Las leyes en la manada se cumplen,
quien le falte al respeto a nuestro Alfa—habla Massimo—debe pagar con sangre—se
me pone la piel de gallina—ya sea a muerte o azotes, pero se sienta este
precedente para que ustedes cualquiera lo piense dos veces antes de conspirar
en su contra.
Egan esta sentado mientras yo estoy parada a su lado. Me
tiemblan las piernas ya que no quiero presenciar algo semejante.
—Mira bien—dice—mira lo que te puede
pasar si me desobedeces o me traicionas.
Paso saliva cuando de la nada aparece un hombre que parece
un gigante.
—Con ustedes el verdugo.
Tiene lo que parece ser un pasamontaña en la cara y
demasiado alto, mas de dos metros de estatura, robusto, d