46. Inesperado encuentro
46. Inesperado encuentro
Nova se convirtió en una estatua de piedra. Sus ojos pasaban de la mujer que acababa de besar a Knox a la niña que se aferraba a su mano. ¿Era Amira? No parecía de la edad que Knox le había comentado, por otra parte. Estaba Isla, la habría reconocido aquí y en la china.
Jamás había olvidado a la joven que llegó del brazo de Knox a la boda de Axel y Mila.
Un nudo subió a su garganta, pero fue el tirón en su mano el que rompió el letargo en el que se encontraba sumida.
—¡Papá! ¡Papito! —gritó Nikki, corriendo hacia Knox con los brazos abiertos.
El tiempo se detuvo no solo para Nova, sino también para Knox. Era evidente que encontrarse allí fue una sorpresa para los dos.
Knox no se lo esperaba, ni siquiera podía llegar a imaginarlo luego de la llamada de Nova por la mañana y ella. Ella no podía apartar la mirada del rostro de la mujer. La sorpresa y hasta cierta incomodidad se reflejó en sus ojos al ver a Nikki siendo abrazada por su padre.
—¡Princesa! —gritó Kno