Tras el almuerzo, Guillermo fue a su escritorio, como la mañana la ocupó con Julieta se puso a trabajar, igualmente sus pensamientos se detenían en ella, en sus ojos y su sonrisa. Se tocó su mejilla y sonrió.
Julieta aprovechó la tarde para pasear por el parque y conocer un poco la ciudad, al igual que Guillermo en sus pensamientos estaba él -¿se habrá enojado porque me despedí con un beso en la mejilla?- para salir de la duda, sacó su celular y le mandó una foto del lago -“es muy linda la ciudad”- le escribió
Guillermo aún estaba en su escritorio cuando sonó el celular, inmediatamente lo revisó que podía ser ella y no se equivocó, al ver la foto del lago supo en seguida dónde se encontraba.
-Estoy por aquí cerca en una reunión… espérame-
Guillermo rápidamente cerró su laptop, tomó sus llaves y salió apresurado
-¿hijo dónde vas?- preguntó Georgina desde la sala donde tomaba el té con sus invitadas
-tengo que salir urgente, nos vemos, no sé si venga a cenar- dijo Guillermo saliendo