Ya en la ruca lo acostaron, Kate nerviosa avivó la chimenea y le acercó una taza de leche que la tenía calentando hace rato
-Antonio, Antonio bebe esto para que se te pase el frío-
-Kate, ¿tú ya no quieres?-
Kate se quedó callada pensando -¿qué? Cómo podría estar pensando en eso, estando en ese estado, ¿acaso ese pensamiento le había rondado todo el día desde que le dije eso?-
-Kate…no me dejes de querer- dijo Antonio con pena
Los ojos de Kate se pusieron vidriosos – Antonio, tómate la leche para que te recuperes-
-¿Si me recupero, me echarás de tu cama?-
-¿Qué? ¿qué estás pensando? ¿En no recuperarte para quedarte aquí?- Kate estaba confundida
-Antonio no me hagas enojar y tómate la leche antes de que se enfríe-
Antonio tiritando aún acercó su boca a la taza y miró a Kate para que ella se la diera
Kate rodó los ojos y acercó la taza con cuidado y le dio la leche hasta la última gota
Luego le destapó los pies y le sacó las calcetas que traía y les puso unas que tenía calentando en la