Llegaron a la cabaña, una hermosa casa, rodeada de una fresca vegetación, el susurro del río correr era como una música arrolladora, Stefano bajó del carro lo rodeó para ayudar a bajar a Pierina, luego tomó a la pequeña Lug, que está en el asiento trasero en su silla para bebé. Caminaron hacia la entrada de la casa, mientras Luiggi, bajaba las maletas, y le entrega las llaves y dice que está todo como lo pidió.
-- Todo está como lo pidió, doctor.
-- Gracias Luiggi, cualquier cosa te llamo.
Dicho esto, Luiggi se marcha, para dejar a la pequeña familia instalarse.
-- Todo es muy hermoso, los colores, la decoración, la tranquilidad, viviría aquí para siempre.
Dice Pierina, mirando todo al rededor, mientras Stefano, tiene la su hija en brazos dormida.
-- Vamos a dejar a nuestra hija en su habitación, y te doy un tours por toda la casa.
-- ¿Una habitación?
-- ¡Si! Una habitación para ella, en todas las casas y departamentos, ya hay una habitación para ella, y otra para tí.
Caminaron haci